
La vieja Dubrovnik es una hermosa ciudad fortificada y rodeada de murallas. Fuera de las murallas está la ciudad nueva, que no tiene un tamaño excesivo y goza de buen equipamiento turístico.
En 1979, el casco histórico de Dubrovnik fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. No cabe duda de que lo merece.

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